Cosecha del 72, siendo buena casi 40 años cumplí con todo lo que el mundo esperaba de mi: estudiar mucho, trabajar mucho, un marido, una casa, dos hijas, un coche, otro coche… sólo me faltó el perro.

Estudié coaching cuando casi nadie lo hacía por puro aburrimiento con mi vida y ahí, justo ahí comienza el viaje, en plena crisis anticipada de los 40.

La vida que quería me iba a costar la vida que tenía… dejé de fumar, me divorcié, cambié de casa, dejé mi trabajo fijo, me formé en eneagrama, psicología holística, programación neurolingüística y mil cosas más para poner dejar de ser buena y empezar a ser feliz.

En los últimos 15 años he acompañado a miles de personas en sus procesos de desarrollo personal a través de mis cursos, talleres, charlas y por supuesto sesiones individuales. Dicen de mí que soy inspiradora, entusiasta, divertida, humilde, generosa y una gran comunicadora…

No vendo humo, ni tengo la fórmula mágica para cambiar tu vida en unos días. Sé lo que es tropezar una y mil veces con la misma piedra, saber lo que quieres y hacer justo lo contrario, sentir dos toneladas de peso sobre mis hombros y seguir diciendo: estoy bien, tener más miedo que alma y aun así dar el paso.